Expertos destacan de que una iluminación adecuada aumenta hasta un 20% la productividad en el trabajo
Mantener una iluminación adecuada al tipo de trabajo aumenta la productividad hasta en un 20 por ciento y reduce las bajas laborales, según un estudio realizado por los científicos holandeses Wout van Bommel y Gerrit van den Belt.
La falta de luz o su mala colocación provoca que el trabajador tenga que forzar la vista, generando fatiga ocular y disminuyendo, por tanto, su productividad.
Además, la iluminación también determina la seguridad laboral, ya que los cambios bruscos de luz o de brillos pueden cegar al trabajador, incrementando el riesgo de accidentes y aumentando las bajas laborales. Algunos accidentes laborales también se producen debido a que los trabajadores no llevan la corrección visual adecuada a sus necesidades.
Los efectos sobre la visión de una mala iluminación en el trabajo van desde la fatiga ocular hasta dolores de cabeza, vista nublada o sequedad en los ojos.
Uno de los efectos más conocidos provocado por una deficiente iluminación es el Síndrome de Fatiga Visual, que afecta ya al 75% de los usuarios de ordenadores, han explicado las mismas fuentes. Sus principales síntomas son fatiga ocular, sequedad ocular, escozor, sensibilidad a la luz, visión borrosa, dolores de cabeza y dolor en el cuello, hombros o espalda.
Para evitarlo, Roda ha señalado que es fundamental que la computadora no esté enfrente ni detrás de ventanas, que la luz del sol no dé directamente sobre los ojos o sobre la pantalla de la computadora, que no haya luces demasiado brillantes y utilizar monitores antireflejantes. Además, los ojos deben situarse a una distancia de 40 a 60 centímetros del monitor y tienen que estar por debajo de la parte superior de la pantalla”